El emprendimiento es una fórmula de acceso al mercado laboral que va ganando adeptos en los últimos tiempos, y no es de extrañar, dadas sus ventajas respecto al trabajo por cuenta ajena. Su éxito pasa, inevitablemente, por acertar en la elección de la empresa en la que se invierte. Sin olvidar, la importancia de contar con un partner que no sólo ofrezca maquinaria de calidad y eficiencia, sino también asesoramiento y apoyo, especialmente durante la fase de creación de la empresa.
La rentabilidad, accesibilidad y facilidad de gestión explican en parte su expansión, aunque aún hay más aspectos interesantes que analizar.
¿Por qué abrir una lavandería autoservicio?
Los datos objetivos de su expansión, que reflejan más de un 40% de crecimiento, avalan el éxito de las lavanderías autoservicio. Si no fuera un negocio que funciona, no serían tantos quienes se lanzan a llevarlo a cabo, más en un país como España, que no tiene tradición en esta fórmula empresarial.
Dos razones la convierten en una inversión segura:
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Existe un mercado real que demanda este servicio
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El negocio de lavandería es rentable
La demanda en España
A diferencia de la mayor parte de Europa, por no hablar del caso paradigmático de EEUU, en España, el negocio de las lavanderías autoservicio era una práctica casi anecdótica hasta hace muy poco tiempo. La prevalencia de las viviendas en propiedad frente al alquiler y la escasa movilidad de la población son las razones que mejor explican esta singularidad.
Los cambios sociales producto de la globalización han transformado este panorama. Ahora, el alquiler de viviendas es una realidad generalizada y las personas trasladan su residencia por motivos laborales o de estudios con frecuencia. Así, se consolidan dos grupos de potenciales usuarios:
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Estudiantes, personas que viven solas y hogares con recursos medios-bajos. Son los perfiles predominantes en los países de nuestro entorno: personas que, por motivos económicos, de comodidad o de espacio no quieren invertir en la compra de una lavadora.
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Familias de clase media-alta o propietarios de pequeñas empresas de hostelería o restauración. Todos los que necesitan disponer de máquinas de gran capacidad con relativa frecuencia para lavar textiles de mayores dimensiones (edredones, cortinas, mantelerías).
Factores clave de una lavandería de éxito
Como ocurre con todo negocio, que las cifras generales confirmen que es una inversión rentable no es suficiente. Quien decide invertir su capital en abrir una lavandería autoservicio necesita unas pautas para planificar su proyecto con las máximas garantías de éxito posibles.
En el caso de una lavandería autoservicio, la buena marcha del negocio se asienta sobre tres factores:
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La ubicación
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Una acertada estrategia de negocio
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La implicación del empresario
Dada su importancia, conviene profundizar en el conocimiento de estos tres aspectos.
Ubicación
Elegir bien la ubicación antes de abrir una lavandería autoservicio
La clave principal para asegurar el éxito de las lavanderías autoservicio reside en estudiar bien su ubicación. Estos son los elementos que hay que tener en cuenta:
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Escoger una localidad con una población mínima de entre 5.000-10.000 personas.
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Delimitar una zona de influencia de 500 metros sin presencia de obstáculos como puentes, ríos o grandes avenidas.
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Elegir una calle con el mayor tráfico peatonal posible.
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Posicionar el local cerca de supermercados, colegios, ambulatorios o cualquier centro que tenga mucha afluencia de público.
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Alejarlo de tiendas de venta de electrodomésticos o lavanderías convencionales.
Diseñar la estrategia más adecuada
Una vez que se tiene clara la ubicación, es el momento de planificar una correcta estrategia de negocio. Son factores clave en una lavandería:
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Los horarios. Ya que estas empresas no soportan el coste de contratar empleados, se puede jugar con los horarios con mayor libertad. Tener disponible el servicio durante los fines de semana o en horas compatibles con las jornadas laborales es garantía de éxito.
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El cuidado de los detalles. Se trata de abrir una lavandería autoservicio que resulte atractiva para el cliente. Una decoración sencilla pero agradable, asientos cómodos y una buena iluminación marcan la diferencia con la competencia. Tampoco está de más incluir algunos extras, como máquinas de vending.
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La relación calidad-precio. Por supuesto, una tarifa más económica siempre es un buen reclamo, pero no a largo plazo. Si el servicio es deficiente, se pierde la fidelidad del cliente. Se debe encontrar el equilibrio entre estos extremos.
La implicación del emprendedor
El negocio de las lavanderías autoservicio requiere de una mínima intervención física, pero se puede decir lo mismo respecto a la implicación proactiva de sus propietarios, que debe centrarse en los siguientes factores:
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Estudio de la competencia cercana, de sus cualidades y defectos.
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Conocimiento del perfil del cliente de la lavandería, con el propósito de adelantarse a sus demandas y ofrecerle todos los servicios que demanda.
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Información actualizada sobre las innovaciones tecnológicas del sector y colaboración con proveedores de referencia, como la empresa Girbau.
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Utilización de las redes sociales y otras plataformas para mantener el contacto y compartir información.
Definitivamente, el negocio de las lavanderías autoservicio no es una moda que tenga los días contados. Son empresas abocadas al éxito por razones económicas y sociológicas. Abrir una lavandería autoservicio requiere de una inversión muy asequible y proporciona una rentabilidad casi inmediata. Es fácil de gestionar y, lo que resulta más atractivo, permite al emprendedor incorporarse a un sector en auge y acorde con los avances de las sociedades modernas.
Por este motivo, la compañía Girbau, con sede en España y una red comercial en más de 100 países, es una de las elecciones de preferencia para muchos emprendedores que deciden abrir una lavandería autoservicio.
Las más de 1.600 lavanderías autoservicio que hay actualmente en España lo demuestran: el negocio de las lavanderías autoservicio es rentable.