Eficiencia significa optimizar los recursos utilizados para conseguir los mejores resultados. Este concepto es vital para cualquier proceso, pero si hablamos de negocios coge una relevancia mayor ya que, el éxito del mismo pasa por conseguir los mejores resultados aprovechando todos los recursos, tanto económicos como físicos o humanos. Por eso, hoy, en el blog, queremos hablar sobre cómo crear una lavandería eficiente.
En el caso de las lavanderías uno de los principales costes es la mano de obra (40-60%) seguida del uso del agua y de la energía (15-25%), por lo que optimizarlos es clave para conseguir una lavandería rentable y eficiente. En este sentido, las lavanderías eficientes deben ser diseñadas teniendo en cuenta tres etapas fundamentales:
Optimización de los procesos de lavado
En esta primera fase hay que entrar a valorar todos los distintos aspectos relacionados con los procesos de lavado para hacerlos lo más eficientes posibles. En este punto, pues, encontramos la organización del trabajo, la automatización de la planta, el consumo de detergentes, las temperaturas y los tiempos de lavado, los consumos de agua, el tiempo de secado, etc. Hay que tener especial atención en los procesos de secado y planchado ya que estos requieren un consumo de energía más elevado que el lavado y, por lo tanto, son un momento importante a tener en cuenta para la eficiencia.
Para esta primera fase, en Girbau contamos con los consultores de lavandería, conocidos como Laundry Experts, que realizan diagnósticos, asesoran y forman al personal de las lavanderías en todos estos aspectos para conseguir los mejores resultados.
Utilización de equipos eficientes
Las lavanderías altamente eficientes incorporan equipos de primer nivel los cuales, por sí mismos, ya presentan consumos mínimos de agua y energía. Hay que tener en cuenta que del total de la energía consumida en una lavandería industrial prácticamente el 90% es energía térmica (generalmente obtenida con gas) y que sólo un 10% es energía eléctrica utilizada para motores y alumbrado. Un 5% es utilizada para calentar el agua de lavado, un 25% en secado y el resto (70%) en el planchado.
Por eso, para hacer una lavandería lo más eficiente posible, es fundamental elegir equipos de bajo consumo y que presenten el mínimo de pérdidas energéticas con buenos sistemas de aislamiento térmico. Las pérdidas de energía térmica por las chimeneas, por el agua caliente residual y por malas combustiones pueden suponer hasta un 50% de la energía utilizada. Así que evitar al máximo estas pérdidas y utilizar sistemas de reaprovechamiento de esta energía puede aportar un ahorro de hasta un 10% en los costes de producción.
Para ello, Girbau garantiza la fabricación de los equipos energéticamente más eficientes, secadoras con recirculación y calandras con altos valores de evaporación de agua. Secadoras y calandras incorporan el máximo aislamiento térmico para evitar al máximo las pérdidas energéticas.